¡Buenos días!
Hace unas semanas recibimos dos seminarios dedicados a la
nutrición. Me parece una buena idea el realizar estos tipos de
seminarios a estudiantes universitarios ya que según algunos estudios los hábitos
de vida y consumo alimentario se desarrollan desde la infancia y comienzan a
afianzarse en la adolescencia y la juventud. La dieta de los jóvenes, y en
especial de los estudiantes universitarios plantea un importante reto, ya que
puede suponer cambios importantes en su estilo de vida. Además de los factores
emocionales y fisiológicos, el periodo de estudios universitario suele ser el
momento en el cual los estudiantes asumen por primera vez la responsabilidad de
su alimentación.
Es conocida la vulnerabilidad de este grupo desde el punto de vista nutricional y su caracterización por omitir comidas, picar entre horas, abusar de la comida rápida, del alcohol, de las bebidas azucaradas, de las dietas de cafetería y por seguir una alimentación poco diversificada. Suelen ser receptivos a dietas de adelgazamiento, a la publicidad y al consumo de productos novedosos1.
Por todas estas razones, es aconsejable que se impartan los
seminarios y de esta manera, ampliar el conocimiento de los alumnos y su
capacidad para decidir qué clase de dieta y alimentos les beneficia.
Aprendí qué tipos de alimentos son convenientes tomar en
cada comida y su cuantía diaria. Además también nos mostraron la publicidad engañosa
que tenemos hoy en día, promocionando características de sus productos que no
se corresponden con la realidad.
Tras estas clases, se repartió un cuestionario dietético con
aspectos positivos y negativos. Cada hábito dietético positivo sumaba dos
puntos, y en cada negativo se restaba uno.
El resultado final refleja el tipo de alimentación de cada
persona, y si debe cambiar algún aspecto o no. A continuación adjunto el
documento, pincha en el enlace para poder verlo: https://www.dropbox.com/s/n9hfh68zmkus28c/Cuestinario%20habitos%20salud.pdf
Mi puntuación fue de 13 puntos, cumpliendo 8 aspectos
positivos y 3 negativos. Este resultado refleja un mal hábito
dietético, que debería cambiar para poder mejorar mi salud.
Me planteé:
Eliminar algunos aspectos negativos
tales como “comer con ansiedad” y “picar entre comidas”.
Mejorar en algunos
positivos como “masticar bien los alimentos” y “tomar ensalada diaria”.
Tras tres semanas de la realización del test, los cambios
que planteé en mi dieta y he cumplido han sido todos, excepto comer ensalada
todos los días.
Con todo esto, mi puntuación pasa a ser de un 13 a 16. Este
resultado refleja “lo haces bastante bien, seguramente disfrutas con salud de
tu alimentación pero hay algunos aspectos que aun podrías mejorar, debes
reforzar tus hábitos positivos de alimentación y seguir mejorando”.
En conclusión, es muy importante tener una dieta saludable
para mejorar nuestra calidad de vida. Solo tenemos que disminuir la ingesta de
alimentos que repercuten negativamente en nuestra salud, e intentar aumentar el
consumo de aquellos que mejoran notablemente esta.
A continuación adjunto la pirámide alimenticia, pincha en enlace para abrirlo en una nueva pestaña: https://www.dropbox.com/s/odsu1ivxl1fliwr/Captura.JPG
Bibliografía:
1) Cervera Burriel F, Serrano Urrea R, Vico García C, Milla Tobarra M, García Meseguer MJ. Food habits and nutritional assessment in a university population. Nutricion Hospitalaria 2013;28(2):438-446
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